Más allá del día a día, los representantes de las familias en el Consejo Escolar, trabajamos por un modelo de Comunidad Educativa donde todos los miembros caminemos hacia un mismo sitio; construir un colegio con calidad educativa, lleno de valores y de entusiasmo, donde los niños y las niñas sean felices, y estén motivados para que nunca falten las ganas de aprender.

 

Nuestro trabajo, como representantes de las familias, está enfocado a mantener y defender un modelo de educación basado en métodos de aprendizaje activos, donde los niños y niñas sean el centro, las tareas para casa no sean algo sistemático, y se empleen también métodos alternativos a las pruebas o exámenes para evaluar a los alumnos y alumnas, por supuesto, dentro de un marco donde destaque el Aprendizaje Basado en Proyectos.

Creemos firmemente que es necesario que desde el centro se fomente la realización de actividades donde se promueva el trabajo en equipo, la expresión oral y el pensamiento crítico. Siempre con una mirada respetuosa hacía el alumno donde sea posible respetar el ritmo de aprendizaje de cada niño o niña.

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Trabajamos a partir de las demandas o inquietudes que nos llegan de las familias, así como otras de creación propia fruto de debates que tenemos entre nosotros. De esta manera damos forma a propuestas que trasladamos al resto de la Comunidad Educativa en las reuniones del Consejo Escolar. Realizamos este trabajo con mucho empeño, cariño y entusiasmo, y también, por qué no decirlo, con una dosis extra de paciencia.